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El autor critica que se otorgue la custodia compartida de forma indiscriminada para demostrar que un Juzgado es avanzado en el trato igualitario de hombres y mujeres.
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Fernando Bajo Herrera.
Abogado de Familia.
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En este bendito país en que vivimos, seguimos, después de tantos años, con los extremismos, visceralidades y cambios radicales que a nada bueno conducen.
Tristemente, vengo observando que nuestro Derecho de Familia no se salva de caer en lo antes citado. De las pensiones compensatorias “sine die”, hemos pasado a la temporalización mas absoluta, sin entrar a considerar las circunstancias de cada caso.
En estos últimos meses ha nacido el fenómeno de la GUARDA Y CUSTODIA COMPARTIDA que se otorga como un marchamo de Juzgado avanzado y de trato igualitario a hombres y mujeres. Dicho o entendido así, hasta puede tener un pase, pero la realidad es bien distinta.
Las estadísticas pueden servir como un elemento esencial para que el sentido común y el análisis ponderado, cauto y sosegado ayude a recapacitar, y modificar lo que realmente necesite de un cambio. Pero puede suceder, que el ansia de protagonismo, de querer entrar en el “hit parade” de la estadística (en este caso que comento de la concesión de guardas y custodias compartidas), suponga que quien verdaderamente debe de velar y respetar de manera exquisita el “bonum filii”, esté generando una peligrosa epidemia, cuyas victimas son los hijos que pueden quedar marcados para siempre por una decisión que como la viruela, dejará cicatrices imborrables.
Hoy he leído dos Sentencias dictadas por el mismo Juzgado, en el que la Juzgadora, con la más lamentable ligereza, otorga la guarda y custodia compartida, sin que el equipo psicosocial haya efectuado la más mínima intervención, sin escuchar a los hijos, desvirtuando lo realmente expresado por uno de los progenitores.…. En conclusión, haciendo uso de su potestad, de su leal saber, entender y disponer. ¿Alguna vez asumirán algunos Jueces que cuando FALLAN, fallan?.
Dicen y yo lo he comprobado, que a veces o muchas veces, los enfermos de una grave enfermedad, cierran los ojos y no quieren enterarse de que se les viene encima algo inevitable. Este comportamiento es razonable, es una manera de aferrarse a la vida ignorando la muerte, es una táctica tomada libremente por uno mismo.
Hay quien, (yo los conozco), cierran los ojos impregnados de soberbia y taponan las dudas que razonablemente todos tenemos, porque solo los demás son ignorantes. No saben cerrar los ojos porque nunca los han tenido abiertos, no saben distinguir los colores, ni su epidermis sabe diferenciar el frío o el calor, la caricia o la puñalada.
Quiero tener la esperanza de que aún no sea tarde, de que desde algún lugar venga una luz blanca, limpia y generosa, que los haga un poco humanos. Yo no quiero ni para mí ni para mis hijos una guarda y custodia compartida que me corte salomónicamente y me reparta sin más, porque no quepa duda que si la equidad se mide en gramos o kilos se ha racionado a partes iguales sin duda alguna. Pero puede suceder, casi seguro, que tal división deje al más débil sin vida …. absurdamente inmolado.
Estoy convencido de que detrás de muchas peticiones de guarda y custodia compartida, se esconde el que se solucione la enorme injusticia que suponía su atribución al progenitor custodio, obligando además al no custodio, en la gran mayoría de los casos, a seguir pagando la mitad de la hipoteca, por muchos, muchos años ….
Esta última cuestión, injusta e irracional, y que sincerándonos no hemos sabido o querido solucionar, es nuestra asignatura pendiente y de manera urgente hemos de inquirir soluciones reales, prácticas, imaginativas y racionales.
Posiblemente si damos una solución digna y rápida a distribuir el patrimonio ganancial, esto es a repartir de manera efectiva y real lo que ambos cónyuges consiguieron constante el matrimonio y ello le permite igualdad en su nueva etapa, evitaremos a los niños errantes y nómadas. El amor y la Justicia, no se da ni por minutos, ni por número de folios escritos (cortar y pegar) ¿verdad?