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Abren un blog para compartir experiencias
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Rara vez se las escucha vez se le escucha, no tiene los mismos derechos que la primera, pero se ven obligadas a afrontar el cuidado, a tiempo parcial o total, de unos niños que no son sus hijos.
Uno de los colectivos más perjudicados en los procesos de separación, y al que rara vez se le escucha, es el de las segundas esposas, una mujer que no tiene los mismos derechos que la primera, ni siquiera a nivel legal, y que muchas veces tiene que enfrentarse a la necesidad de hacerle recuperar a su marido la ilusión perdida, afrontar el cuidado, a tiempo parcial o total, de unos niños que no son sus hijos y que muchas veces reciben presiones para tratarla mal y, en los peores casos, al acoso de la ex, a la cual, lógicamente, no le gusta que “su” marido esté con otra.
Y eso es exactamente lo que le hace sentir toda la situación a la nueva esposa, que es, en realidad, la otra, ya que toda su vida parece depender de cómo fué la primera relación. Casarse con un divorciado, si es que él se atreve a repetir la experiencia, puede resultar toda una odisea, y tener hijos con él, dado las cargas económicas que un divorcio implica para la mayoría de los hombres, casi imposible… De hecho, en cualquier familia con la llegada de un nuevo miembro, ya sea un nuevo hijo o cualquier otro familiar como el abuelo, el dinero disponible se acomoda a las circunstancias. Supongamos que se dispone de un sueldo x entre esposa y marido. Cuando se tiene un hijo, todo el sueldo x va a parar a ese hijo. Si se tiene un segundo hijo, el sueldo x se divide entre los dos hijos. Tras la separación, esto no se da. Si el padre tiene un nuevo hijo, es muy raro que el juez de turno de por bueno el repartir el sueldo, obligando al padre a buscar una nueva fuente de ingresos cuando no determina que el nuevo hijo ha de ser mantenido por la madre. Esto es, la segunda esposa es tratada sino como ciudadana de segunda categoría con respecto a la primera esposa. La pensión de alimentos de los hijos del primer matrimonio permanece inamovible aún habiendo nuevos hijos.
Lo normal es que las zancadillas sean tantas que la nueva pareja decida tirar la toalla y dejar la relación. Y esa es la razón de abrir esta página, donde poder expresarnos, compartir experiencias y encontrar otras personas que pasan o han pasado por una situación similar, porque ser la segunda esposa no es nada fácil.