Estamos ante una conducta acreditada de escaso aprovechamiento escolar de la hija (30 años), sin una previsión cierta de cuándo va a finalizar la fase de formación académica, con posibilidades de incorporación inmediata al mercado de trabajo. Salvo algún episodio de ansiedad que padece en los exámenes, la hija ha podido y ha tenido ocasión de desarrollar un mayor esfuerzo para terminar su carrera, combinándolo o no con un trabajo complementario, dados los escasos recursos y sacrificios de quien le ayudaba a conseguirlo.
Para continuar con la lectura es necesario ser cliente PREMIUM. Si ya es cliente inicie sesión. introduciendo su clave de usuario. Si aún no es cliente debe registrarse.