Nació en 1994, estuvo dos años sin cursar estudios y se ha matriculado recientemente en un curso de formación profesional sin que conste el aprovechamiento. La no culminación de estudios por parte del hijo es por causa imputable a su propia actitud, dado el escaso aprovechamiento manifestado de forma continuada, pues no se trata de una crisis académica coyuntural derivada del divorcio de los padres.
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