El padre ha reconocido que consume hachis y ante este hábito es desaconsejable la ampliación del régimen de visitas pues supone un comportamiento paterno poco ejemplar para un menor que corre el riesgo de inhalar a través de humo vertido tales sustancias, o de aprender desde pequeño un hábito contrario a su salud y a su correcto desarrollo físico y psicológico, y además resulta evidente que en mayor o menor medida este consumo afecta a las capacidades mentales y físicas y ello con las repercusiones que puede conllevar en el adecuado desempeño de los múltiples cuidados y atenciones de toda índole que requiere el menor dada su corta edad.
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