Aun cuando el menor no esté escolarizado y cuente solo con dos años de edad, debe rechazarse la custodia compartida que se ha acordado por el Juzgado y confirmada por la Audiencia Provincial ya que existen más de 1.000 km de distancia entre los domicilios de la madre (Jerez de la Frontera) y del padre (Rentería). Esta distancia no solo dificulta sino que hace inviable la adopción del sistema de custodia compartida, dada la distorsión que ello puede provocar y las alteraciones en el régimen de vida del menor, pues no procede someterlo a dos colegios distintos, dos atenciones sanitarias diferentes, y desplazamientos tan largos cada tres semanas, todo lo cual opera en contra del interés del menor, que precisa de un marco estable de referencia, alejado de una existencia nómada, lo que el padre, con evidente generosidad, parece reconocer en uno de los mensajes remitidos a la madre.